lunes, 7 de febrero de 2011

ELIXIR DE AMOR

En la ópera de Donizetti, “Elixir de amor” Nemorino está enamorado de Adina, sin embargo no es correspondido, porque él es un campesino y Adina aspira a mejorar su estatus social por lo que prefiere al sargento Belcor. El ingenuo y sufrido Nemorino se deja engatusar por el charlatán Dr. Dulcamara (una especie de pajpako italiano), quien le ofrece un elixir que supuestamente fue utilizado por Isolda para fascinar a Tristán.
Como era de esperar, el elixir no surtió el más mínimo efecto, Adina ignora al pobre Nemorino. La desilusión del campesino, hace con que considere que necesita beber más del elixir de Dulcamara, consigue el dinero necesario para comprarlo y vuelve a beber aquel filtro de amor (en realidad es vino de muy mala calidad). Nemorino se emborracha y la embriaguez le lleva a ser indiferente ante su amada. Ésta se siente despreciada por lo que busca el deseo de Nemorino, quien atribuye la inesperada respuesta amorosa de la muchacha a los poderes mágicos del elixir.
¿Existe el elixir del amor? En la química de nuestros organismos sí. En la mujer principalmente la oxitocina, en el varón la testosterona y en ambos la vasopresina.
La oxitocina es sintetizada por el núcleo supraóptico y el paraventricular del hipotálamo, tanto en los varones como en las mujeres , aunque en la mujer se produce en mayor cantidad. En la mujer es segregada en el torrente sanguíneo cuando se succionan los pezones, la estimulación de los genitales y la distensión del útero . Por lo tanto su presencia ocurre durante la lactancia, la estimulación sexual, el orgasmo y el parto.
Interactúa con la vasopresina y en el caso de las mujeres es regulada por el estrógeno. Se relaciona con el cuidado y protección tanto en los animales como en los seres humanos . La ecuación es la siguiente: a mayor oxitocina, mayor tendencia a la protección. Es probable que ésta sea una de las razones por la cual algunas mujeres pueden considerarse enamoradas de personas indefensas, cuando en realidad lo que sienten es pena .
El 2002, Macrae y sus colaboradores publicaron un estudio sobre la relación entre las hormonas femeninas y la atracción sexual. La investigación consistió en poner a prueba en el reconocimiento de rostros masculinos a cincuenta mujeres durante dos fases distintas de su ciclo menstrual: el día de la ovulación y los dos días anteriores y los tres primeros días del ciclo. Durante los días fértiles las participantes del estudio identificaban con un poco más de rapidez a un varón y lo asociaban con valores eróticos, mientras que los días menos fértiles el reconocimiento se hacía más lento y no otorgaban atributos atractivos a las fotografías.
La oxitocina se relaciona con la confianza, tal como lo demostró el estudio de Kosfeld, Heinrichs, Zak, Fischbacher y Fehr , la inhalación de la mencionada hormona incrementa la posibilidad de correr riesgos sociales. El elixir de amor para las mujeres debe poseer ingentes cantidades de chocolate, puesto que es probable que posea activadores de la oxitocina .
Es indudable que en las mujeres su estado fisiológico afecta la dirección de sus intereses amorosos, los residuos de los mandatos genéticos de nuestras antepasadas influyen aún en la activación sexual de las mujeres del siglo XXI.
Una comida con altos niveles de colesterol no benefician al erotismo, puesto que el colesterol se plasma como un inhibidor de la respuesta sexual masculina. Así lo indica el estudio realizado por un equipo de investigadores de la Universidad de Pavia . Por su parte Wells demostró que existe una estrecha relación entre bajos niveles de colesterol y la expresión de la ira y la manifestación de tristeza.
Por su parte el equipo de Wei demostró que los excesos de colesterol o su falta influyen directamente en la erección. Estudios similares coinciden en señalar la disminución de la actividad sexual o la expresión de problemas en la respuesta sexual de los varones con altos niveles de colesterol concomitantes a presión arterial elevada. La testosterona se relaciona con los grados de colesterol, por lo que es imprescindible su producción considerando la frontera entre lo saludable y lo insalubre. De ahí que si la oxitocina se encuentra en el chocolate, la testosterona lo hace en la carne con poca grasa.
Tomando en cuenta estas consideraciones, Asha y su equipo de investigación, elaboraron un listado de alimentos que podrían producir el incremento del deseo sexual y una adecuada respuesta sexual:
• Palta: tiene glutatión que es un importante antioxidante, pigmentos carotenoides que permiten la síntesis de la vitamina A, aceite monoinsaturado útil para el corazón y los importes superiores de la fibra, potasio y B6.
• Chile y locotos: por la presencia de capsaicina que acelera el metabolismo y estimula la circulación sanguínea y puede producir la sensación de irritación en los genitales ocasionando una sensación similar a la excitación sexual.
• Apio: produce en la sudoración masculina el mismo efecto de la androsterona, funciona por lo tanto, como feromona para atraer a las mujeres.
• Chocolate: por la activación de la oxitocina y la feniletilamina (hormona del deseo).
• Hinojo: posee una constitución química similar a los estrógenos femeninos.
• Aceite de oliva, aceitunas, nueces, almendras: la grasa saturada incrementa la producción de testosterona.
• Higo: contiene sustancias similares a las hormonas femeninas, se instaura como un alimento idóneo en el climaterio.
• Ajo: incrementa el deseo sexual.
• Miel: estimula la secreción de testosterona y feniletilamina.
• Regaliz negro: aumenta el flujo sanguíneo en el pene en un 13%.
• Nuez moscada: antiguo afrodisiaco poseedor de sustancias que incrementan la producción de anfetaminas. Su uso en exceso puede producir alucinaciones.
La ciencia del siglo XXI nos ofrece la posibilidad de producir un efectivo elixir de amor, sin ser propiamente un émulo del Dr. Dulcamara, puesto que a diferencia del mañoso doctor ofreceríamos legítimamente productos que en el laboratorio se mostraron eficaces. ¿Qué lograríamos? Un varón desesperado por concretar un coito y una mujer tierna con escozores, y aquél que se dio un banquete de apio irá desparramando en el aire el olorcillo de la feromona masculina. Lo que habríamos obtenido es un caldo para activar los genitales, de ninguna manera una poción de amor.
El deseo de amar es más intenso que el deseo de copular, los seres humanos queremos amar y ser amados, no solamente concretar un encuentro entre genitales. El elixir de amor no existe, apenas podemos preparar los picantes caldos del deseo. Aún si éstos funcionaran el efecto desaparecería después de saciado el deseo. Como suele ocurrir en el caso de los encuentros apasionados e irracionales de los jóvenes amantes.
El amor no se cocina con la mezcla de los productos mencionados en este artículo, el amor es una compleja construcción entre dos personas que son capaces de mantenerse unidas a pesar de la desaparición del deseo. El deseo es efímero, al satisfacerse deja de ser necesario. El erotismo pasional pronto da lugar al tedio, las parejas que se llevan bien sexualmente no necesariamente lo hacen en la convivencia cotidiana.
El amor requiere de la confrontación de intereses y valores, el planteamiento de metas comunes y el respeto por el desarrollo personal independiente de la relación. La atracción se hace a través de la intuición que nos indica que esa persona puede compartir con nosotros la vida. Si bien los elementos biológicos pueden ser la base de la selección de pareja, no son necesarios. Muchas parejas se han establecido a partir de encuentros fortuitos, otras por conveniencia y algunas por el deseo. Valdrá la pena investigar al respecto, mientras Nemorino y Adina disfrutan de su amor más allá de aquel brebaje embriagador que lo único que hizo fue enriquecer al Dr. Dulcamara.

Referencias
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Campbell, A. (2008) Attachment, aggression and affiliation: The role of oxytocin in female social behavior. En: Biological Psychology. Vol. 77, No 1, pgs. 1-10
Pinto, B. (2005) Porque no sé amarte de otra manera. Estructura individual, famuliar y conyugal de los trastornos de la personalidad. La Paz: SOIPA/UCB
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Billingsc, B, Speroc, J.A., Vollmera, R., Amico J. (2006) Oxytocin null mice ingest enhanced amounts of sweet solutions during light and dark cycles and during repeated shaker stress. En: Behavioural Brain Research. Vol. 171, No 1, pgs. 134-141
Fogari, R., Zoppi, A., Preti, P., Rinaldi, P., Marasi, G., Vanasia, A., Mugellini, A., Fogari R. (2002) Sexual activity and plasma testosterone levels in hypertensive males. En: American Journal of Hypertension, Vol 15, No 3, pgs. 217-221
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Asha, M. Hithamani,G. Rashmi,R. Basavaraj,K. Jagannath Rao, K. , Sathyanarayana Rao, T. (2009) History, mystery and chemistry of eroticism: Emphasis on sexual health and dysfunction. Indian Journal Psychiatry. Vol. 51, No 2, pgs. 141–149.